domingo, 6 de marzo de 2011

Tres momentos

Momento uno.. Dos adolescentes acostados uno junto a otro en sendas camas, en un cuarto naturalmente luminoso, pero con un fuerte olor a Vumon y a miedo. No el de ellos, sino el de los otros. El de los que vienen de visita y se van dejando olor a miedo.
Ellos hablan de cosas de los diecisiete. A diferencia de otros chicos de esa edad, ellos se escuchan. Cuando uno habla, el otro calla y escucha atentamente. Sus cabezas están completamente calvas sin haber tocado una tijera o navaja. Igual que sus cejas y sus párpados. Tampoco tendrían pelo si se sacaran la ropa. Pero tampoco tienen pelo en sus lenguas. Hablan libremente de cosas que producen miedo a aquellos que vienen de visita y se van dejando olor a miedo.
Una mañana, uno despierta y se descubre solo. No pregunta. No le dicen porque no pregunta. Seis Semanas después, sale de ese cuarto, y pasan las horas, días y semanas, y el tiempo no vuelve a detenerse por mucho tiempo.

Momento dos.. Un hombre que fue calvo un día está parado en la esquina de Pueyrredón y Santa Fé. El muñequito del semáforo está clavado en rojo, y los autos pasan a puro bocinazo. Los colectivos no son los más ruidosos, pero dejan esa nube de humo negro..Todo el mundo habla por teléfono. El hombre que un día fue calvo tiene la mirada del que está en cualquier lugar menos allí, cuando de repente mira hacia la vereda de enfrente y un rayo helado le recorre la espalda y un chorro de adrenalina le fluye muy rápido por el corazón. Se corta la respiración, y el tiempo parece detenerse.. Se detiene.
Un hombre de pelo y barba muy largos lo está mirando fijamente. Está a la vista que para él también el tiempo está detenido. Sin mover un sólo músculo de su cuerpo, el hombre que fue calvo piensa la pregunta.
El Hombre del pelo largo lo mira largamente y sin interrumpirlo. Asiente despacio..
Los que dejaban olor a miedo no están..
Las sonrisas se dibujan al mismo tiempo.

Momento tres.. El muñequito del semáforo se pone verde.